La AESAN ha querido ahondar en uno de los ejes de la campaña Safe2Eat2025, los alérgenos alimentarios, en un evento en el que ha reunido a autoridades, industria y personas afectadas

4,5 millones de personas en la UE sufren algún tipo de alergia alimentaria, según la EFSA y, con ello, una merma en su calidad de vida. Una situación que requiere de los esfuerzos de todos los actores de la cadena, autoridades, comunidades científicas, industria y afectados, como ha quedado patente en la Jornada sobre Alérgenos que ha celebrado ayer, 9 de abril, la AESAN en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.

Como parte de Safe2Eat, la campaña europea de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Jornada ha tratado de informar con rigor a la ciudadanía en temas de seguridad alimentaria, en este caso centrándose en los alérgenos, “algo que nos preocupa no solo a nivel salud pública sino también por cómo impacta en la calidad de vida de los afectados”, explicaba la directora ejecutiva de la AESAN, Ana López-Santacruz Serraller, que ha inaugurado el acto.

Por ello, “la información veraz y con rigor a la ciudadanía es clave para que puedan elegir mejor sus alimentos y tener una dieta tan saludable como segura”, añadía.

Aitor Sánchez García (@midietacojea), además de conducir la jornada y la mesa redonda ha presentado la campaña safe2eat, que se encuentra en su quinto año y tiene por objeto facilitar a los consumidores información y consejos claros sobre seguridad alimentaria, respaldados por datos científicos, que les ayuden a tomar decisiones informadas en materia de alimentación.

El subdirector general de Gestión de la Seguridad Alimentaria, Victorio Teruel, repasaba cómo ha evolucionado la regulación de las alergias alimentarias que, “antes de 1999 era inexistente y que se ha desarrollado enormemente, aunque -reconocía- aún queda mucho por hacer”.

Una labor pendiente especialmente en lo que tiene que ver con el etiquetado y su regulación a nivel europeo, apuntaba Victorio Teruel: “Es necesario regular en la Unión Europea el Etiquetado Precautorio de Alimentos (EPA) porque actualmente sufrimos un EPA no armonizado, que se sobreutiliza y por tanto pierde su efecto y puede conducir a conductas de riesgo en la ciudadanía”.

Información veraz

De nuevo el etiquetado de alimentos era uno de los temas analizados en la mesa de debate de la Jornada, en este caso por Irene Gadea, jefa de área en la SG de Gestión de la Seguridad Alimentaria que aseguraba que, “en la Unión Europea, como criterio se sigue el de informar siempre de la presencia de los alérgenos en un alimento envasado en la lista de los ingredientes, no en un recuadro aparte o repitiendo la información en un texto destacado. Y esto es así para que las personas consumidoras sepan siempre dónde van a encontrar esa información”.

Información clara y sencilla que, como también apuntaba Enrico Frabetti, director de Política Alimentaria, Nutrición y Salud de la FIAB, es esencial y responsabilidad de todos, “autoridades, consumidor e industria”.

Un desafío en el que indicaba, existen todavía importantes retos, como “esa armonización en el etiquetado que llevamos 14 años esperando”.

Y aunque las personas consumidoras es cierto que hoy ven en los alimentos avisos de la presencia no intencionada de alérgenos, esto es algo voluntario lo que hace que “el consumidor no acabe de fiarse” y que además “muchas veces corresponde más a una estrategia de marketing que otra cosa”, afirmaba Ángel Sánchez, presidente de la Asociación de Personas con Alergia a Alimentos y Latex. Por ello desde la Asociación demanda que el EPA sea obligatorio, así como más empatía en el entorno.

La llegada de nuevos alimentos como las semillas de chía, los insectos o el zumo de noni no escapa al control de los posibles alérgenos alimentarios que puedan presentar, señalaba en ese sentido María de la Montaña Cámara, catedrática de la UCM y miembro del Panel de la EFSA sobre alérgenos. “No solo evaluamos su alergenicidad sino también a qué grupo de la sociedad va dirigido, por edades, por ejemplo”.

Y es que, como aseguraba Araceli Díaz, miembro del Comité Científico de la AESAN, “Europa, para bien o para mal, es muy garantista y eso hace que la seguridad alimentaria esté garantizada”. E incidía en la importancia de informar con rigor: “Hoy todo el mundo es intolerante a la lactosa o tiene alergia al gluten y no hay detrás una evidencia científica. Es algo muy peligroso y contra lo que desde la Agencia luchamos”.

La jornada ha sido clausurada por la Decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, Pilar Gómez Serranillos que, como anfitriona del acto, ha agradecido a todos los presentes su asistencia y participación.

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